Llegamos al pueblo de Begas solo hay que mirar la stinky y la bianchi para ver por el barrizal que nos metio Mario.
Como no la felicidad fluia en la mesa ya que estabamos haciendo lo que mas nos gusta el almuerzo, la bici era la escusa para salir a almorzar.
Llegamos a nuestro destino después de algún descenso sin percances y con un retraso considerable, pero satisfechos de la salida y con ganas de repertir, en la salida asistio un compañero de plato pequeño MOSQUITO, Marcos, Jose que se me olvidaba y Esteban que era la primera salida en bici la cual también le gusto.
Muy buena entrada, pero no mencionas a Marcos, que vino también de visita...
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